Metodológicamente, el proyecto se divide en cuatro partes:
— Situación inicial. Se parte del estudio de una realidad social cercana al estudiante para problematizarla, encontrando sus contradicciones, recursos potenciales y oportunidades latentes.
— Formulación de la realidad deseada. Desde la problematización anterior y sumada a la interacción con lxs usuarixs reales del contexto, se establecen las necesidades o deseos de cambio, se describen las intenciones y estrategias de diseño, y se trabaja desde los recursos disponibles como esquemas básicos de solución arquitectónica.
— Reconfiguración de la realidad. Se entiende el proyecto arquitectónico como una reorganización de los recursos iniciales que transforma de la manera más eficiente la situación de partida en la situación deseada. Se proyectan las acciones transformadoras y los recursos utilizados en la intervención.
— Construcción. La interacción con los grupos organizados a los que el estudiante se acerca o pertenece puede llegar a concretar la intervención propuesta. Lxs estudiantes y un equipo de docentes desarrollará esta opción apoyándose en servicios autogestionados y propios del evento.