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Cavar y encontrar el rizoma: la imagen como multiplicidad

28.04.2023

por Gonzalo Lagos

Gonzalo Lagos (Neuquén, Argentina, 1988) es artista de danza y curador independiente cuyo trabajo se desarrolla en la intersección de las artes performativas y las artes visuales desde enfoques coreográficos y performativos. A partir de una sensibilidad rizomática, sus proyectos buscan estimular los deseos para desdoblar reflexiones en torno a la imagen con el fin de detonar una conciencia común sobre lo que vincula a una colectividad con su entorno.

Educación

Formación

Mi vínculo con el hacer artístico devino por distintas curiosidades que se presentaron a lo largo de mi adolescencia en mi ciudad natal, Neuquén. En ese entonces, mi interés por la práctica deportiva y el cuerpo en movimiento, como reservorio de memoria y experiencias, hizo que entrara en contacto con la Danza Contemporánea donde cursé mis primeros estudios formales en la Escuela Experimental de Danza Contemporánea, institución municipal de la ciudad y guía fundamental en el proceso educativo de esos años. A la par, mi interés y obsesión por el universo de las imágenes y la historia posibilitó la decisión de radicarme en la ciudad de Buenos Aires para tomar contacto con estudios en Historia del Arte, a través de la formación en la carrera de Artes en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

Me resulta imposible escindir estos procesos de formación, ya que inmediatamente pude establecer un nexo.

Una práctica de laboratorio constante que habilitó nuevas derivas y observaciones alrededor de la relación que comencé a establecer entre las artes visuales y las prácticas performativas y escénicas. Vínculo que acompaña los proyectos de los que formó parte. Vínculo que sostiene mis preguntas y motivaciones en ese ir y venir por el universo de las imágenes hacia el movimiento.

“Invocar El Acto”. Bienal de Performance 21, Buenos Aires, Argentina. Foto: María Celeste Alonso. Cortesía: Gonzalo Lagos.

Enseñanza

Considero que la práctica pedagógica es la que nutrió y forjó preguntas y cuestionamientos a la hora de comenzar proyectos y alianzas con otrxs artistas y procesos. Es en ese feedback entre práctica y aprendizaje donde fui “cavando” cada vez más por el propio deseo de descubrir más allá de lo que sé, de lo que veo. En ese sentido, cavar, como acto fundacional para hallar otras posibilidades, se manifiesta en mi práctica como una instancia pedagógica absolutamente aleatoria, sorprendente y una motivación en constante actualización. Es esa la performatividad que habilita pensar instancias de aprendizaje que promuevan el deseo como motor con el fin de adentrarse en la pedagogía de un modo menos formal, normalizado y/o estructurado.

Aprendizaje

Nada más impactante y trascendente durante mi adolescencia que haber entrado en contacto con la producción de Trisha Brown en mis clases de Historia de la Danza en la Escuela de Danza Contemporánea de Neuquén. Creo que ese hito fundó en mi subjetividad la dimensión de poder establecer prácticas por fuera del canon; una dimensión que recuerda que la experimentación es la mejor aliada de los procesos, potenciar caminos alternativos, sin necesidad de ser novedosos, construyendo así modos múltiples de encarar un mismo asunto. Por supuesto que esa ruptura, esa nueva capacidad de desbordar los bordes, la absorbí de distintas manifestaciones artístico-políticas que atravesaron la Historia del Arte y la Danza occidental durante el siglo XX.

Procesos

Inicios

Comenzar un nuevo proyecto siempre trae aparejado poner en práctica la intuición como un tipo de inteligencia específica. No suelo trabajar temas específicos, sino más bien relaciones rizomáticas a partir de alguna pregunta o material particular. Un nuevo proyecto se desprende lisa y llanamente de mi relación con otrxs. De potenciar cuestionamientos, preguntas y practicas sensibles a través de la comunicación y la vinculación colectiva. De alterar modos de pensamiento enraizados y estandarizados en el contexto específico que me toque conocer o experimentar. Un nuevo proyecto aparece aún en situaciones dispersas, de tránsito, en la fila de un banco, en una fiesta. Observo mucho para luego indagar en esa interacción que mueve mis ideas y los dedos de mis manos.

Estrategias

La organización y metodología es muy fluctuante a la hora de trabajar en mis proyectos. Esto es así debido a la naturaleza diversa en la que me muevo: desde un proyecto curatorial en artes visuales, a la dirección artística de un ciclo de artes performativas o la creación de obra y proyectos site specific. En ese sentido, sí me parece insoslayable preguntarme hacia quién está dirigido.

Esa pregunta organiza, un poco, la metodología porque permite entender (o al menos arriesgar cierta hipótesis) qué estoy compartiendo y cual seria, o desearía, que fuera su recepción o vinculación.

Procedimientos

Uno de los procedimientos que más sentido hace cuando estoy trabajando es pensar en términos de imagen. ¿Qué es lo que moviliza una imagen? ¿Qué multiplicidad de capas puedo desprender de ese material concreto? De algún modo, es la necesidad de partir de algo más bien fijado para ponerlo en movimiento, advirtiendo la posibilidad de recuperar sus asociaciones, disparidades, desencuentros, afectaciones o acercamientos. Un gran atlas de referencias.

Diálogos

Me resulta muy estimulante pensar con otrxs. Me resulta muy desafiante soltar mis obsesiones para desarmarlas e incorporar otros modos de acercarse a lo mismo. La verdadera tarea en la colectivización de proyectos es poder reconfigurar las metodologías que uno utiliza y potenciar la escucha como dimensión afectiva para el desarrollo de eso que es común. Es un asunto común la creación de proyectos. Siempre en esa puesta en acto un otrx juega un rol trascendente.

Proyectos

En proceso

Actualmente estoy trabajando en dos proyectos en simultáneo: por un lado, darle continuidad a El Asunto de lo Remoto, un ciclo que creé en 2018 y que co-dirijo en la actualidad junto a Alina Marinelli y Damiana Poggi. En ese marco, queremos en la presente edición IV de este año acompañar proyectos en residencia que fueron seleccionados por convocatoria abierta en 2022 junto a la Casa Nacional del Bicentenario. Para esto, buscamos habilitar un espacio de colaboración y proyección conjunta con NAVE de Chile y PAR Uruguay, dos grandes aliados que permiten continuar tejiendo redes de colaboración y apoyo en nuestra región Sur.

En 2021 El Asunto de lo Remoto realizó su edición II ocupando los espacios de distintas instituciones de la ciudad de Buenos Aires y en un terreno baldío en el barrio de La Boca donde se realizó CAVAR, una performance del colectivo Jardines Subterráneos —integrado por Laura Kalauz, Elina Rodríguez, Marina Quesada y Cecilia Blanco— artistas que trabajan en el ámbito de la escena expandida, realizando proyectos que conjugan arte, ambiente y política. CAVAR propone un gesto colectivo con el público asistente y abre así un espacio para fabular modos de habitar la ciudad. Esta performance es parte de una investigación mas amplia que Jardines Subterráneos desarrolla sobre el terreno de la ciudad: Ni tierra ni agua. A través de las preguntas y el mapa de geo referencias que habilita, permite observar más allá del terreno de lo visible en los ecosistemas que habitamos.

A lo largo de su deriva emerge a la esfera pública en distintos formatos, imágenes, acciones, lecturas, videos, laboratorios que constituyen actualmente una gran guía en mi práctica profesional. Para el año 2024 junto a la artista Adriana Bustos nos encontramos trabajando en una exposición para el Centro de Arte Contemporáneo de MUNTREF, el cual se nutre  y toma como marco teórico ciertas premisas e hipótesis de la investigación de Jardines Subterráneos, gran inspiración para el devenir de este trabajo. Proyecta su inauguración para el mes de abril 2024: un recorrido, un trayecto, un escape que se hace visible haciendo foco en los arroyos subterráneos de la ciudad de Buenos Aires y el vínculo que subsiste entre la idea de "conquista" y "descubrimiento".

"Explorar, catalogar y reinventar la biodiversidad del territorio"¿Cómo reconstruir la imaginería cartográfica más allá de la lógica temporal humana? (Jardines Subterráneos — Marina Quesada, Elina Rodriguez, Laura Kalauz, Cecilia Blanco, "CAVAR", 2021—2024)

En perspectiva

Mi paso por áreas educativas en instituciones como el Parque de la Memoria o el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires fueron proyectos de un aprendizaje constante. La vinculación con públicos diversos, el desarrollo y la implementación de distintos talleres para una comunidad amplia, desarrolló en mí un campo de acción fértil para trabajar en incorporar nuevas audiencias y subjetividades en vínculo concreto con el Arte Contemporáneo y los Derechos Humanos.

Contextos

No puedo considerar un proyecto sin una vinculación con el contexto donde se va a desarrollar. Ese criterio está en sintonía con lo dicho anteriormente. El contexto habilita la posibilidad de cuestionar las decisiones que luego pongo en práctica. El contexto inmediato es esa charla con amigxs o colegas, el tránsito por un territorio específico, la crisis global que cada vez se agudiza (y se instala) con fuerza.

Es la resistencia de distintos movimientos y organizaciones. Es, en definitiva, el pensamiento y la organización colectiva que avanza aún en los momentos más difíciles y desfavorables. Todo eso que me interpela, es lo que estimula y mueve mi práctica. Todo esos lugares donde hay que señalar (o inventar) algo.