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Movimientos de insistencia

16.12.2022

por Alina Marinelli

Desde distintas técnicas y abordajes del movimiento, Alina Marinelli (Buenos Aires, Argentina, 1983) se aproxima al contexto de la crisis ecológica planetaria y el antropocentrismo. Pensando la práctica coreográfica como una práctica expansiva y diseminada, desarrolla su trabajo e investigación junto a plantas, animales, cosas y humanxs, a través de múltiples formatos.

Interesada en los cruces, lo híbrido, lo colectivo y la relación entre materialidades diversas, participa en proyectos colaborativos de investigación escénica autodirigidos, codirige El Asunto de lo Remoto – ciclo de acciones, el Proyecto Club Galería de Performance Art, y el programa REM (Residencias en Movimiento).

Alina Marinelli. Fotografía: Gerardo Serre. Cortesía: Alina Marinelli.

Educación

Creo que el ser artista me fue sucediendo sin demasiada consciencia o decisión, quizá tenga que ver con mi naturaleza geminiana de extrema curiosidad, necesidad de experimentar y atracción por lo desconocido, que hizo que sea un proceso muy orgánico y entramado con mi cotidianidad. Considero que estoy haciéndome constantemente; me parece maravilloso que todas las experiencias de aprendizaje que transité desde pequeña hasta hoy, en espacios tradicionales o fuera de ellos, en algún momento de mi investigación y práctica artística se hacen presentes y entran en diálogo.

Me cuesta separar la práctica artística de la pedagógica, sobre todo en materia de expresiones artísticas. Para mí, si bien hay determinados contenidos y convenciones a transmitir, el corazón del asunto está en el CÓMO. Entonces, si el foco está ahí, se trata de una instancia sumamente creativa y abierta; de exponer y compartir un modo personal de entendimiento, valoración, procedimiento y formas de entrar en relación con los contenidos, temas o materiales; de habilitar, guiar y acompañar los procesos de otrxs en pos de encontrar y potenciar las subjetividades. Además en lo personal, mis clases, talleres o instancias pedagógicas, son para mí un espacio donde estudiar y practicar determinadas inquietudes, colectivizarlas y observar sus derivas en personas completamente diferentes. Este espacio, junto con el encuentro, la puesta en común, la práctica y el pensamiento compartido con amigxs y colegas, son para mí instancias de formación y nutrición constante, donde encuentro ciertas respuestas, certezas, pero sobre todo muchas y nuevas preguntas para continuar dándole espesor a lo que hacemos.

Procesos

Si bien mi trabajo, en general, rodea determinados temas o inquietudes específicas, lo que motoriza un proyecto puede ser de naturaleza diversa: el encuentro con un texto, una imagen, alguna materia o material en particular, una pregunta. En principio, suelo tener un primer acercamiento con la cosa, una instancia donde estudiarla de manera más conceptual e intentar llegar al carozo… ¿por qué me interesa? ¿qué tiene? ¿qué asociaciones propone? A partir de ahí empieza un diálogo entre lecturas, imaginación, escrituras y prácticas.

Mis proyectos siempre son con otrxs, sea en la instancia que sea, si la cosa no se vuelve colectiva, no rebota de un lado al otro, ni se mastica entre varixs, para mí pierde el sentido. Para convidar a la investigación, genero una suerte de traducción de eso que me interesa. Imagino-invento unas primeras pruebas físicas y doy comienzo a los encuentros.

Práctica en espacio público. Cortesía: Alina Marinelli.

A partir de ahí, van apareciendo muchas y diferentes pruebas y acciones coreográficas entre/con nosotrxs y los materiales; sin embargo, la propuesta siempre es retener el impulso de querer pasar a otra cosa e insistir con lo que hay, dar tiempo antes de desechar o cambiar a lo que sigue. Esto es algo fundamental de mi práctica, es lo que nos permite entrar un poco más hondo, charlas-pensamientos de por medio, para generar mayor comprensión sobre lo que estamos haciendo, sobre qué hay detrás/dentro de eso que estamos haciendo y de qué manera lo estamos haciendo. A cada cosa que nos devuelve la práctica, le hacemos preguntas, preguntas a la cosa y a nosotrxs.

En este insistir, lo que sigue es mantenerse en el ejercicio de ir encontrando variaciones de esos materiales. Observar, atravesarle algo distinto, una capa más, correr algo de lugar, y sobre todo dar espacio a que eso nos muestre por dónde continuar. En este intento de generar cierto desplazamiento jerárquico y dejar que los materiales propongan antes de imponer arbitrariamente una idea, los procesos abren de par en par la puerta a la duda, la revisión, el error como posibilidad y la intuición como soporte.

Proyectos

En este momento me encuentro trabajando en un proyecto coreográfico formado por dos piezas escénicas a modo de díptico. En ambas hay dos elementos clave que estructuran el proceso: el trabajo en conjunto entre el cuerpo humanx y una materialidad de origen natural, y el estudio de determinados gestos de cuidado. En una, la materialidad es un grupo de 45 piedras pómez de gran tamaño, en la otra, una gran porción de agua dulce. En la primera, los gestos que se abordan son el sostener y el construir, y en la segunda, el contener y el preservar.

Mi trabajo, los proyectos que vengo desarrollando en los últimos años, están en relación-reacción al contexto antropocentrista y de crisis planetaria en la que nos encontramos. Lo que guía y articula cada investigación son pensamientos, preguntas, deseos e intentos de generar una práctica que posibilite e invite a la observación y reflexión sobre el modo en el que nos vinculamos con lo que nos rodea desde una perspectiva ecofeminista.

Si bien cada investigación tiene su especificidad, sus materialidades e intereses particulares, algo en común que las atraviesa es un fuerte interés por los MODOS: ¿cómo se hace lo que se hace?, ¿cómo se dice lo que se dice? El CÓMO, considero es la llave para poder construir una sociedad, un estar distinto en el mundo.

El ‘cuerpo de trabajo’ es una manera de nombrar una infinidad de tiempo dedicado al estudio, la exploración, las pruebas y reflexiones a partir de un universo e interés personal. Desarrollarlo habla de una instancia de gran apertura, a la vez que de cierto recorte o dirección concreta. Ahí hay una serie de decisiones a tomar que nos piden gran implicación, y donde hay implicancia, probablemente haya aprendizaje y transformación. Por otro lado, en lo personal, al estar interesada en el hacer colectivo y entre diferentes/cias, ese espacio de cruce y encuentro también es un espacio de revisión y aprendizaje.

Contextos

Mis prácticas son siempre situadas, donde la idea de lo público ocupa un gran espacio. En general, surgen de alguna observación o inquietud sobre el ámbito de las relaciones (humanas y no humanas) y tienen la voluntad de generar una propuesta de reflexión y creación sobre atenciones individuales y decisiones y acciones colectivas. A su vez, si bien pueden tocar o trabajar sobre asuntos en común, parte de su proceso es hacer ese recorrido de lo macro a lo micro, contextualizar la experiencia, acercarla.

Buscar una manera de abordar que nos haga sentido con nuestra cotidianidad, con lo que nos pasa a nosotrxs hoy acá, estando donde estamos, siendo quienes somos, con las posibilidades que tenemos. Para esto es imprescindible que sea una investigación expandida que incluya experiencias que abarquen y atraviesen todas las esferas: desde la intimidad de una sala de estudio a experiencias en el espacio público, desde prácticas diseñadas a vivencias espontáneas del día a día.