LA

ESCUELA___

Desde una aproximación abstracta y conceptual, la colaboración entre Sol Calero –artista visual venezolana radicada en Alemania– y Heysell Leal –coreógrafa y bailarina venezolana– lxs participantes trabajarán conceptos espaciales, formales y de movimiento a partir de nociones de participación, colaboración y aprendizaje, teniendo como referencia los valores desarrollados en la prolífica relación colaborativa entre las artistas Gego y Sonia Sanoja. Las investigaciones del taller de dos semanas en la FAU UCV, desarrollado junto a lxs profesores Diego González, Juan Pablo Camacho y José Antonio Guinand, se manifestarán temporalmente en unas "actuaciones" performativas en el conjunto residencial Parque Central de Caracas, realizadas gracias al apoyo de la iniciativa social 100% San Agustín.

El proyecto formativo ¿Cómo dibujar una coreografía? se desarrolla a través de un intercambio colaborativo de ideas entre Sol Calero, Heysell Leal y Stefanie Reisinger; partiendo de un interés común en los espacios arquitectónicos entendidos como entornos sociales, a través de experiencias corporales y de la noción de movimiento que completan los espacios construidos. En referencia histórica a principios de la década de 1970 –cuando las colaboraciones informales parecen haber sido un recurso vital para los proyectos artísticos en Caracas– este proyecto pretende examinar los potenciales contemporáneos de las estrategias de trabajo colaborativo informal entre artistas, performers, historiadores del arte, profesores y estudiantes.

Con este proyecto formativo pretendemos acceder al conocimiento de acciones y procesos que tuvieron su origen en las colaboraciones realizadas entre la artista y arquitecto alemana-venezolana Gego, y la coreógrafa venezolana Sonia Sanoja, cuyo ideal estético alcanzó su máximo desarrollo en Coreogegos (1977), una integración experimental de movimiento, cuerpo y espacialidad. Asimismo, a través de ejercicios colectivos y colaborativos, el proyecto revisita las prácticas educativas desarrolladas entre Gego y sus alumnos del Instituto de Diseño Fundación Neumann, con los que Gego trabajó en estudios experimentales geométricos que proporcionarán la base intelectual para su concepto de exposición instalativa y que, en ocasiones, le ayudaron a instalar y construir obras.

Sin embargo, en lugar de reproducir objetos o volver a escenificar una actuación, buscamos colectivamente acceder a estrategias y procesos de formar algo (algo que está en formación) e informar (intercambio de conocimientos como acto performativo) para colaborar informalmente y crear una ’actuación’ temporal, término utilizado por Sanoja para describir su obra. Este método colaborativo, sostengo, fue vital para el proceso de trabajo de Gego y Sonia, y puede describirse como in-formación performativa, al igual que lo fue trabajar con las propias manos y el propio cuerpo para traducir ideas conceptuales en apariencia física (objeto) y luego transformarlas de nuevo en una experiencia fugaz y efímera (transparencia y "actuación").

Para conseguirlo, invitamos a la artista visual venezolana Sol Calero y a la coreógrafa Heysell Leal a aportar un concepto que anime a los estudiantes creativamente en el espíritu de una in-formación performativa, una prolongación de la colaboración entre Gego y Sanoja, revisada desde una mirada contemporánea y recontextualizada en un espacio que ha cambiado drásticamente desde entonces.

Es importante conectar las referencias y prácticas históricas con el presente proyecto sin poner en peligro su propia integridad y autonomía. Por lo tanto, además del enfoque pedagógico de la in-formación performativa, para responder ¿Cómo dibujar una coreografía? proponemos tres factores importantes que asegurarán una conexión háptica y física entre el proyecto histórico y el proyecto experimental propuesto, seguido de una ‘actuación’: Materiales, Espacios e intercambio de conocimientos.

Por lo tanto, y garantizando la libertad artística tanto de Sol Calero como de Heysell Leal, los materiales cuerda, ladrillo y color deben incorporarse a sus actividades de taller y a la creación colaborativa de la ‘actuación’ final. En segundo lugar, la ‘actuación’ tendrá lugar en el patio interior del Parque Central (es decir, en la zona exterior del ahora parcialmente cerrado Museo de Arte Contemporáneo de Caracas) y justo al lado de la obra pública de Gego, Cuerdas, hoy en profundo deterioro y abandono.

Sin dejar de considerar el emplazamiento histórico real del proyecto de colaboración de Gego y Sanoja, nos gustaría tender un puente hacia otra zona de la ciudad que quedó históricamente aislada del centro de la ciudad gracias a ese mismo desarrollo inmobiliario: San Agustín. A su vez, el barrio de San Agustín, gracias a Reinaldo Mijares y su programa cultural colectivo 100% San Agustín, no sólo se ha convertido en uno de los centros culturales más importantes de Caracas en cuanto a danza, música y arte callejero, sino que ha sido capaz de cumplir ciertas promesas que el proyecto Parque Central no cumplió: crear nuevas formas de convivencia, abriendo y compartiendo espacios culturales y sociales en el contexto urbano. Siguiendo las propias palabras de Mijares, todo empezó en una sala de estar donde -admite una época de máxima violencia en su barrio- se acordó que para ciertas zonas de San Agustín se acabaran las peleas a tiros y la violencia callejera y se sustituyeran por proyectos culturales enfocados a las nuevas generaciones. Parece un sueño ingenuo que para uno se convirtió en realidad vivida. La colaboración es clave.