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La educación como desvío de formas coloniales de habitar el mundo

08.08.2022

por Aldones Nino

(...) Al pensar en la educación como un espacio de intercambio y ampliación de perspectivas, debemos tener en cuenta la complejidad del tema entre opacidad y visibilidad, ya que ambas se articulan estratégicamente en la historia de la humanidad para contribuir al mundo tal como lo conocemos, donde hay un escenario organizado para visibilizar e invisibilizar, sustentando modos hegemónicos de ocupación planetaria.

El título de este ensayo parte de la intención de reflexionar sobre algunas prácticas artísticas basadas en la educación, pensada como un campo estratégico para desviarse de las formas coloniales de habitar el mundo, guiados por modos que provienen de un sistema de educación formal, apoyado por la supremacía blanca, el patriarcado y el heterosexismo. Y es que, cuando pensamos en tales prácticas en América Latina es imposible no agregar capas de urgencia, teniendo en cuenta que la educación es un derecho cada vez más escaso y perseguido, convirtiéndose en un privilegio de algunos pocos; haciendo más inmediata la necesidad de superar las precariedades impulsadas por los grandes conglomerados privados, que colaboran con gobiernos marcadamente liberales, delimitando cada vez más los espacios de investigación y desarrollo del pensamiento.

Por tanto, acercar la educación a las prerrogativas decoloniales proporciona un amplio campo de acción, en el cual, más allá de recurrir a las premisas educativas en boga, se cuestiona el campo educativo desde un punto de vista específico, en el que se ‘deshilacha’ el concepto de educación, hasta sumergirlo en lo histórico, lo económico y en sus respectivos ámbitos territoriales. Lejos de ser una novedad, se abre ahora una brecha más unificada al pensar en las raíces de los problemas actuales, y al mismo tiempo diversamente plural, cuando propone acciones que tienen su justificación como una continuidad en la especificidad del entorno.

Por ello, vale la pena considerar las prácticas educativas decoloniales como un camino para acceder a un ‘otro modo’, como lo especifica la investigadora Catherine Walsh, como un conjunto de “maneras distintas de ser, pensar, conocer, sentir, percibir, hacer y vivir en relación que desafían la hegemonía y universalidad del capitalismo, la modernidad eurocéntrica y la lógica civilizatoria occidental, incluyendo su antropocentrismo y cimientos binarios”1. Denotando así la construcción de “una pedagogía y praxis vivida que no está centrada en lo humano ni es humanística, sino fundamentada en la interrelación de toda la naturaleza, de la cual los humanos somos sólo una parte” (Ibid.).

De la superficie de la pizarra a las intervenciones históricas

Durante la 29a Bienal de São Paulo (2010), la artista Cinthia Marcelle presentó Sobre este mesmo mundo (2009), una instalación compuesta por una pizarra acompañada de montañas de polvo de tiza, restos acumulados de procesos de borrado. En palabras de Ian McEwan, las manchas blancas permiten la visibilidad de “‘versiones, refranes y paisajes dejados atrás’. Al apropiarse de los signos de la educación formal, la obra subvierte la doctrina escolar y da al artista la oportunidad de experimentar productiva e imaginativamente el ‘desaprendizaje’”2. Por su parte, según Gabi Ngcobo, la propuesta de Marcelle conserva “residuos de sus fórmulas anteriores, los que ya no son relevantes para los problemas actuales y que necesitan ser actualizados para abordar los problemas mundiales a medida que se producen”3.

Cinthia Marcelle: “Sobre este mesmo mundo”, (2009). Foto: Agustin Estrada. Cortesía: Collegium.

No es de extrañar que esta obra forme parte de la colección Collegium, un proyecto museístico radical, centrado en establecer puentes entre la producción contemporánea y el patrimonio histórico y artístico de Arévalo (provincia de Ávila, España), una ciudad marcada por la relación entre culturas y distintos acontecimientos de resonancia mundial, como la ratificación de tratados que marcaron el tránsito de la Edad Media a la Edad Moderna (Tratado de Tordesillas, 1494), y la génesis de la Compañía de Jesús, fundada en el siglo XVI y reconocida por tener un papel fundamental en la internacionalización de la educación occidental en continentes como Asia, África y América. El Conjunto Jesuita de la ciudad continúa como escenario de remodelación diseñado a partir de un proyecto de la arquitecta Tatiana Bilbao, centrado en las relaciones entre los procesos de aprendizaje y las demandas locales y globales, donde el arte contemporáneo es el campo central de ordenación de las cuestiones propuestas por el entorno.

De esta forma, la educación, el patrimonio arquitectónico, la geopolítica y el arte pueden contribuir a la investigación y presentación de obras como Sobre este mesmo mundo (2009), de Cinthia Marcelle. Teniendo como detonante las reminiscencias de la temporalidad de la educación formal, y el polvo como elemento material de la transmutación del conocimiento acumulado, que del marco al suelo se convierte en el terreno para reformular enunciados y certezas, aprendidas por modelos que ejercitan el miedo de la autodeterminación.

En Decolonising the Mind (1994), Ngugi wa Thiong’o afirma que el manejo de la realidad por parte de un escritor —y aquí nos interesa extender este postulado a los artistas— puede ser un manejo afectado por una perspectiva filosófica básica sobre la naturaleza y la sociedad, y que obviamente será utilizado en sus formulaciones a partir de la métodos utilizados para la investigación. Sin embargo, el riesgo radica en la capacidad de percibir lo universal, que, ensombrecido por una niebla material, puede pecar en la búsqueda de una “escala más amplia posible en el tiempo y el espacio, en su más mínima particularidad como una experiencia sentida. Pero sí, afecta su aproximación a la realidad o más bien su efectividad para reflejar correctamente la realidad”4. Por tanto, la base material importa en este contexto de análisis, como sería la lupa bajo la que se despliega su poética, aunque esto no diga nada sobre la potencia de una obra. Lo que subyace a este discurso es el reflejo del lugar social en lo que se produce, a pesar de que esto no delimite necesariamente lo que se puede articular dentro del campo creativo.

Considerando la expansión de las posibilidades de locución, las instituciones museísticas han atravesado un importante proceso de acercamiento a las estructuras coloniales que sustentan dichos espacios, buscando considerar la relación entre los objetos, seres humanos y no humanos, articulando así mundos visibles e invisibles, en la medida en que estos se dejan revelar en determinados contextos.

Un proceso que solo podría llevarse a cabo con la incorporación de agentes que integren dichas comunidades, activos en todas las fases, desde la concepción hasta la exhibición, y no solo con nuevos enfoques e intereses.

Imaginación, lenguaje y cultura: desviaciones y otras formas de existir

Al pensar en la educación e interculturalidad guaraní, la educadora y curadora Sandra Benites toma como punto de partida la ocupación de espacios que brinda la escuela para reflejar formas de vida y comprensión de un sistema y sus costumbres. La autora, encuentra que esta dificultad para comprender al otro tiene a la escuela como origen y su imposición de la "educación universal", generando más procesos de dominación de un imaginario colonial que de emancipación de las posibilidades de las existencias deseables por los cuerpos que enuncian, y explican sus caminos de ocupación actual. Por eso, para Benites es importante aprovechar estos espacios para construir una escuela “de acuerdo a nuestro sistema, que a su vez exija una escucha igualitaria, un espacio de negociación para que exista una comprensión del lenguaje del otro, de lo contrario siempre habrá una disputa de poder y dominación”5.

Una de las voces poderosas que abordan la educación en relación a las prácticas artísticas es Agrippina R. Manhattan, quien elabora experiencias educativas como plataformas de encuentro de subjetividades; expandiendo los mundos posibles, articulando desde su experiencia de transición entre los campos hegemónicos de la historia del arte y la educación pedagógica y museística. En 2020, en el Centro Municipal de Arte Hélio Oiticica (Río de Janeiro, Brasil), ella presentó la acción E-DU-CA-TI-VO: O que é uma criança travesti?, parte del programa de residencias Arrebatrá comisariado por las teóricas y travestis Ventura Profana y Walla Capelobo.

Agrippina R. Manhattan: "E-DU-CA-TI-VO : O que é uma criança travesti?" (2020). Centro Municipal de Artes Hélio Oiticica (Rio de Janeiro, Brasil). Cortesía: Nalla Corsa.

Manhattan realizó así una experiencia lúdica con el lenguaje del dibujo, a partir de un diccionario en el que faltaban las palabras ‘travesti’ y ‘niño’, invitando a los participantes a imaginar un significado para ellos. Y así, reunir en un ejercicio de imaginación política a públicos que reflexionan sobre la relación entre cuerpos vistos como incompatibles: niños y travestis, experiencias diferentes y complementarias, impregnadas de cruces y recuerdos. En palabras de la artista:

“Todas estas obras operan en algún nivel en la paradoja ‘hablar’ y ‘ser escuchado’. Busco entender cómo construir relaciones entre cuerpos que no hablan la misma lengua, entendiendo que, aún hablando el mismo idioma, estamos en un nivel de singularidad al hablar de nosotros mismos, entonces: ¿Cómo hacerme entender? Estos trabajos, bien sea a través de juegos lingüísticos y juegos de palabras, o a través del análisis de la composición morfológica de la lengua, buscan lo dicho a través de lo ‘no dicho’, aquello que la lengua no maneja y sólo es posible comunicar a través del cuerpo, es decir, lo que sólo el cuerpo habla”6.

La comunicación juega un papel central en la relación entre diferentes partes interesadas en un mismo o similar tema, pero, ¿de qué depende la buena fluidez de los enunciados para llegar a las conclusiones deseadas por las partes? En la investigación de Ngugi wa Thiong’o, el colonialismo tuvo una doble implicación, desde la destrucción —o subvaloración— de diferentes aspectos de la cultura de un pueblo y la valorización y difusión del lenguaje del colonizador; un proceso que muestra que “la dominación de la lengua de un pueblo por las lenguas de las naciones colonizadoras fue crucial para la dominación del universo mental de los colonizados”7. Cabe destacar, por tanto, el estudio radical de la transmutación del lenguaje emprendido por Jonas van Holanda, que tuvo como uno de sus desarrollos Desambiguação (2021), una instalación basada en la posibilidad de rechazar la separabilidad entre las distintas materialidades que componen el universo multidimensional.

Prótesis creadas en colaboración con sujetos de géneros disidentes, a partir de moldes de sus mandíbulas, funcionan como modelo contrahegemónico frente al lenguaje colonial, evocando la locución de lo indecible, donde la palabra desintegrada se materializa en mineral. Guiados por una arcada dental compuesta por resina acrílica y amatistas, minerales que en diversas cosmologías están dotados de un gran poder curativo y protector, conectando mundos físicos e invisibles. La boca como lugar de encuentro del saber dentario/moderno y la disidencia ancestral, deconstruyendo el lenguaje y los lazos semánticos de la imaginación.

Jonas van Holanda: "Desambiguação" (2021). Cortesía: Jonas van Holanda.

Por otro lado, el artista Xadalu Tupã Jekupé ha estado construyendo puentes comunicacionales entre la historia de su comunidad guaraní Mbyá y la Juruá (no indígena), transmitiendo conocimientos y recuerdos antes limitados a la oralidad. Su investigación se desarrolla a partir de una inmersión cada vez más profunda en las cosmogonías de la cultura guaraní Mbyá, proponiendo su producción como un vector de transmisión asociado a la urgencia de la existencia de los pueblos indígenas en el contexto del Brasil contemporáneo. En la exposición Tekoa Xy 'A terra de Tupã', realizada en el Instituto Inclusartiz (Río de Janeiro, Brasil), Xadalu Tupã Jekupé presentó Invasão Colonial meu corpo nosso território (2019-2021), una instalación que enfrenta al visitante explicando las prácticas de la muerte en diferentes regiones de Brasil, donde el cuerpo indígena es amenazado diariamente con la expropiación, teniendo que correr, en sentido literal, con disparos dirigidos a su aniquilación. En esta instalación, el arte contemporáneo allana el camino para la expansión de los gritos por la continuidad de los modelos de vida no guiados por la destitución de los recursos naturales, una búsqueda de la inversa del lucro construida sobre la destrucción, con la muerte como resultado del afán desenfrenado de acumulación. Vale la pena pensar en este modelo, articulando otras ideas sobre fronteras, donde la vida puede existir en estas brechas, como afirman las palabras recuperadas por Sandra Benites quien afirma que “la frontera no es sólo un espacio, es otra forma de pensar y, por tanto, es necesario dialogar y entender al otro, porque eso es la interculturalidad: el encuentro de saberes de la misma proporción entre culturas”8.

6 Xadalu Tupã Jekupé: "Invasão Colonial meu corpo nosso território" (2019-2021). Cortesía: Instituto Inclusartiz.

Escritos desviados y fisuras históricas

Al pensar en la educación como un espacio de intercambio y ampliación de perspectivas, debemos tener en cuenta la complejidad del tema entre opacidad y visibilidad, ya que ambas se articulan estratégicamente en la historia de la humanidad para contribuir al mundo tal como lo conocemos, donde hay un escenario organizado para visibilizar e invisibilizar, sustentando modos hegemónicos de ocupación planetaria. Dos trabajos revelan la necesidad de utilizar este par de opuestos, como 2021: Spell to Become Invisible [2021: Hechizo para hacerse invisible] (2019) de Jota Mombaça y Musa Michelle Mattiuzzi y en La larga noche de los 500 años (2019) de Marcela Cantuária. Volviendo de nuevo a Ngugi wa Thiong'o, quien puso nuestro universo mental en el centro de la disputa por la dominación, teniendo en cuenta que:

“El colonialismo impuso su control de la producción social de riqueza mediante la conquista militar y la posterior dictadura política. Pero su área de dominación más importante era el universo mental de los colonizados, el control, a través de la cultura, de cómo la gente se percibía a sí misma y su relación con el mundo. El control económico y político nunca puede ser completo o efectivo sin control mental. Controlar la cultura de un pueblo es controlar sus herramientas de autodefinición en relación con los demás”9.

Jota Mombaça ha buscado formas de cuestionar la luminosidad y la transparencia como valores positivos, pasando al papel del secreto y de la opacidad como recurso protector frente a dinámicas comunicativas heterogéneas, que actúan para reafirmar el sometimiento de epistemologías negras y disidentes. Y en 2021: Spell to Become Invisible (2019) vemos el trabajo en progreso iniciado en el contexto del proyecto Ecos do Atlântico Sul (2019), donde Mombaça y Matiuzzi leen y discuten textos en un proceso cerrado de inmersión, en el cual materializan elaboraciones y citas en hojas de papel, presentadas en una lectura pública donde se tachan frases, uniendo el dibujo y la oralidad como tecnología de compartir y protección a favor de continuidad después del apocalipsis del mundo. Así, la autodefinición se convierte en horizonte de acción en un futuro diseñado y soñado hoy.

Por su parte, Marcela Cantuária tiene como foco central de su investigación a las múltiples posibilidades de acceso a diversos sistemas y narrativas que rompen con la linealidad cronológica, basada en simultaneidades no lineales. En La larga noche de los 500 años (2019), Marcela presenta una metáfora de la memoria ante el ataque de modos de resistencia de las comunidades originarias y el fomento de prácticas antifascistas. Evocando el género de la pintura histórica y su protagonismo en el proyecto civilizador, dictando así una composición resultante de la ambición narrativa e imaginaria en una representación pictórica, para reafirmar la importancia de las hazañas de los combatientes. Una constelación de carteles y retratos que rasgan el cielo, como una especie de panteón de la insurgencia latinoamericana.

Finalmente, concluyo este ensayo en el debate sobre la visibilidad y la invisibilidad, articulando diferentes formas de memoria e historia a partir de la acción realizada en el presente. Donde la educación y el compartir tienen un fin emancipador que posibilita hacer presente la existencia de otros saberes. Cada uno de los artistas aquí mencionados, contribuye a ampliar las formas de entender la realidad que nos rodea. Demostrando que la educación y la emancipación se pueden tejer desde el arte contemporáneo, mientras consideren la experimentación como una forma de coser entre la realidad material y los anhelos oníricos. Desestabilizando todo lo que aprendemos como norma, y ​​encontrando en la grieta un espacio de continuidad y una invitación al aprendizaje continuo sobre historias, culturas e identidades.