Your registration could not be saved. Please try again.

No hacer nada

Aprendizajes de improvisación, sensibilidad y empatía

14.10.2023

Daniela Flores Arias

y Carmen Huízar

No hacer nada es un dúo artístico / curatorial / editorial, conformado por las artistas Daniela Flores Arias (Ciudad de México, 1994) y Carmen Huízar (Colotlán, Jalisco, México, 1995) que opera desde 2015 con base en la Ciudad de México. Su objetivo principal es generar colaboraciones con otrxs artistas, curadorxs, editorxs y escritorxs para crear una comunidad. No hacer nada se enuncia como una “negatividad activa” de resistencia y contradicción, que encarna la polisemia de su nombre para dejar de hacer cosas con las que no están de acuerdo y hacer a su manera.

Educación

Formación

No hacer nada nació en 2015 cuando aún éramos estudiantes en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” en la Ciudad de México. Surgió del interés por observar y conocer más a fondo la obra y proceso de nuestrxs colegas. También como una respuesta ante la existencia de tantos proyectos en los que solo onvres tenían un espacio para desenvolverse.

Creímos necesario crear “algo” para que artistas como nosotras pudiéramos ocupar un espacio. Ha sido prácticamente un hacer algo de la nada, pues los recursos materiales que hemos tenido a nuestra disposición han sido muy limitados. En realidad, lo que le ha dado fuerza y solidez al proyecto han sido las colaboraciones y la red que se ha creado.

Enseñanza

No nos hemos enunciado como un proyecto pedagógico, pero en retrospectiva, nos damos cuenta de que hay algo de ello implícito en nohacernada. Cuando invitamos a artistas a colaborar en algún proyecto, el proceso y la manera de relacionarnos es distinto a la que pudiera existir en una relación artista / curador, pues allí los papeles que cumple cada parte pueden estar ya muy delimitados. Al ser una relación artista / artista, tenemos otra forma de aproximarnos a los procesos e intereses de las personas que invitamos a colaborar. Surgen cuestionamientos, sugerencias, comentarios, referencias, todo esto de ambos lados de la conversación. De esta manera, estamos en una constante retroalimentación.

Este diálogo y aprendizaje no solo sucede entre nohacernada / colaboradorxs, sino también colaboradorx /colaboradorx, pues poner a todas estas personas, que quizás antes no se conocían, a mostrar su trabajo juntxs, o a pensar en algo en común, genera diálogos interesantes de los que todxs podemos formar parte.
Por otro lado, uno de los intereses principales de nohacernada ha sido pensar y buscar dispositivos de exhibición fuera de la norma. No tenemos un espacio físico fijo, no tenemos una zona de confort, por lo que cada colaboración implica trabajar con un espacio distinto, con distintas características, lo que es también un constante aprendizaje de improvisación, resolver problemas, trabajar con las posibilidades y restricciones que ofrece el entorno.

Montaje de la exposición postal 'Encarno todo lo que temes y odias' hecho por Camila González en Santiago, Chile, 2020. Cortesía: nohacernada.org

Aprendizaje

Desde el principio, uno de nuestros objetivos ha sido crear una plataforma para artistas al inicio de sus carreras, como nosotras, para entre todxs tomar / hacernos de espacios y que estos se adecúen a nuestros intereses profesionales y afectivos.

Debido a la precariedad en el sector del arte en nuestro país, no nos quedó de otra que aprender a trabajar y hacer funcionar los proyectos adaptándonos a los recursos que tenemos, “hacer lo más posible con lo poco que tenemos”. Sin embargo, uno de nuestros objetivos es poder proveer las mejores condiciones a nuestro alcance para las colaboraciones.

Vista de instalación de la exposición individual de Xanath Ramo en RRD Vicente Guerrero, Colonia San Miguel Chapultepec en Ciudad de México, como parte de el ciclo de exposiciones 'Préstamo de espacios', ideado, curado y organizado por nohacernada.org, 2017. Cortesía: nohacernada.org

Estamos constantemente buscando maneras de contrarrestar las estrategias de violencia e invisibilización sistemática al trabajo que la mayoría de las instituciones ejerce o ha ejercido contra lxs artistas.

También estamos interesadas en identificar y mostrar los ejercicios de autoentendimiento que suceden en el proceso artístico, que son usualmente dejados de lado por su subjetividad; pensamos que son sumamente valiosos para el desarrollo de ideas.

Procesos

Inicios

El proceso es muy orgánico, sucede principalmente por afinidad con la práctica de lxs artistxs. También nos damos a la tarea de conocer e investigar el trabajo de artistxs que no se encuentran en nuestro entorno cercano.

Lo más radical e importante para nosotras son estas redes de colaboración que se generan con cada artista, así como el apoyo mutuo que perdura después de los proyectos, gracias a los lazos y amistad que se suele generar. Son estas experiencias de sensibilidad y empatía las que propician que una idea siga viva y circulando.

Cuestionamientos

No hacer nada, el nombre de nuestro proyecto, es una negatividad activa. Retomamos esta idea porque “hacer” desde esta postura otorga un carácter potencial a las pausas, a los rastros, a las faltas. Es un juego de palabras, la doble negación para la lógica es una afirmación, pero en la lengua española, una doble negación es una reiteración. Nos gusta movernos entre la ambigüedad académica e institucional que supone el nombre y explorar los significados posibles aplicados a nuestra labor artística. No hacer nada como resistencia y contradicción, usar la polisemia a nuestro favor para dejar de hacer cosas con las que no estamos de acuerdo y hacer a nuestro modo.

Procedimientos

Nuestro enfoque como artistas y la manera en la que nos involucramos genera un equipo de trabajo en el que el papel curatorial no tiene una jerarquía académica. Tratamos de exponer nuestro punto de vista tanto social como artístico, pensando en la curaduría como un acto creativo. Estamos constantemente rebotando ideas con nuestrxs colegas sobre cómo nuestro trabajo cumple o no una función para una comunidad del arte que está en continua formación y ruptura.

Diálogos

Es como si nohacernada fuera un organismo que se contrae y se expande. Siempre tratamos de involucrar a lxs colaboradorxs e incluso a lxs espectadores lo más posible en el proyecto. Para ejemplificar este punto, nos gustaría hablar sobre Encarno todo lo que temes y odias, una exhibición que inició en 2020. En ese momento, la movilidad y el contacto con otras personas todavía era bastante restringido por la pandemia. No se podían hacer exposiciones físicas en un sentido tradicional del término, así que los proyectos y espacios, tanto institucionales como independientes, comenzaron a generar contenido digital, pero en la mayoría de los casos sin problematizar el medio, simplemente haciendo una traducción literal del espacio físico al espacio virtual.

Antes de la pandemia, nosotras habíamos hecho un par de exhibiciones virtuales, pero en ese momento no queríamos saturar aún más la oferta de ese tipo de contenido. Nos preguntamos cómo podríamos hacer una exposición física sin que las personas que asistieran tuvieran contacto con otras personas y, por lo tanto, se pusieran en riesgo. Fue así que pensamos en hacer una exposición postal.

Hicimos una selección de cinco obras que nunca habíamos visto en persona, solo en una pantalla. Les pedimos a las autoras que nos mandaran una buena fotografía de cada obra y que nos dieran su autorización para hacer reproducciones impresas tamaño doble carta. Imprimimos en risografía 50 copias de cada una de las obras. A través de nuestras redes sociales, exhortamos a las personas que quisieran recibir una exposición, a que nos mandaran su dirección postal física.

A las primeras 50 personas que nos mandaron su dirección, les mandamos por correo postal la exposición, que consistía en las reproducciones impresas de esas cinco obras. Además, incluía una hoja con el texto curatorial y al reverso indicaba al receptor realizar de manera libre el montaje de la exposición, tomarle registro fotográfico y posteriormente mandárnoslo a nuestro correo electrónico. Fue así como una exposición tuvo 50 montajes diferentes en distintas ciudades de México y otros países.

Proyectos

En proceso

Hasta hace poco tiempo, los proyectos editoriales en los que habíamos trabajado habían tenido únicamente una salida digital. Teníamos muchas ganas de incursionar en lo impreso, hasta que por fin en 2021 empezamos a colaborar con Andrea García Flores. Con ella iniciamos una colección editorial de feminismos y disidencias. Los primeros dos títulos que publicamos fueron La Códiga de Betzamee y Un Cachondeo Tirano de Anais Vasconcelos. Fueron tirajes de 300 ejemplares, impresos en risografía, realizados con el apoyo de los patrocinios de la Fundación Jumex.

La Códiga es un facsimilar de un libro de artista. Para esta libra, Betzamee utilizó como soporte un libro sobre Andy Warhol y cubrió sus páginas con pintura blanca para (re)escribirlo. Tomó palabras que tienen un género gramatical masculino y las modificó para que tuvieran un género gramatical femenino (cambiando "o" por "a"). Las palabras, al ser nombradas en femenino, entran en el imaginario social y cultural, poniendo en discusión cómo afecta la idea de enunciar el mundo en femenino; la libra es también un homenaje a Valerie Solanas.

Un Cachondeo Tirano partió de las bitácoras de trabajo de Anais Vasconcelos. Dichas bitácoras son una manera de autoconocimiento a través del archivo y funcionan como una metodología en su investigación plástica, además de enredarse con su diario personal. Así, los límites entre la vida privada con el trabajo se disuelven y logran que la obra, el archivo y el proceso sean uno mismo.

Ahora, en 2023, queremos imprimir los dos próximos títulos de la colección: Te de Sonia Madrigal y The Nameless Body de Jimena Medina. Te es un fotolibro que retrata diversas pintas con declaraciones amorosas entre adolescentes, que son realizadas constante en espacios públicos de Cd. Nezahualcóyotl y Chimalhuacán (Estado de México). En otros puntos de estas mismas colonias también se han encontrado decenas de cuerpos de mujeres jóvenes, víctimas de violencia extrema, ejercida principalmente por su pareja sentimental, familiares o conocidos. Muchas otras han sido desaparecidas.

The Nameless Body es un libro de narrativa gráfica que muestra el espacio íntimo como un lugar onírico, para abordar el cuerpo desde la experiencia de lo femenino como un proceso de confrontación y disociación.

En perspectiva

Todos los proyectos han implicado aprendizajes particulares. Pero por mencionar alguno, podemos hablar del más reciente, Cuerpo Hablante, una exposición impresa (libro) hecha con el apoyo del ESPAC, que incluye el trabajo de 30 artistas. El título es una cita a Paul B. Preciado, quien piensa que los cuerpos se reconocen como hablantes en lugar de mujeres / hombres y reconocen la posibilidad de acceder a todas las prácticas significantes, así como a todas las posiciones de enunciación, en tanto sujetos, que la historia ha determinado como masculinas, femeninas o perversas.

Nos interesa partir de esa indefinición de lo que son lxs cuerpxs, para evitar hablar por ellxs y de ellxs como entes binarios que se vuelven objetos de estudio y percibirlxs como cuerpxs que se enuncian y se sitúan a sí mismxs desde sus particularidades. La selección de artistas participantes aborda la lucha constante por entenderse y redimensionarse para tomar su espacio y la palabra (escrita o hablada). Los vínculos son sensibles y se hacen perceptibles, aunque no haya palabras ni fórmulas para explicarlos de manera concreta y cerrada. Partimos de confiar en la subjetividad de las sensaciones para ir entramando las ideas de este experimento curatorial.

Vista de instalación de la exposición individual de Julieta Gil en un salón parroquial del centro de la Ciudad de México, como parte de el ciclo de exposiciones 'Préstamo de espacios', ideado, curado y organizado por nohacernada.org, 2017. Cortesía: nohacernada.org

Contextos

Solemos enfatizar la performatividad de una exhibición como una manera de contradecir esa obsesión occidental y colonial de preservación y sacralización del arte como objeto. Pensamos que el hecho de declararnos en movimiento evita concebir nuestras prácticas como estáticas o neutrales.

No buscamos tener un espacio físico establecido sino ocupar espacios que respondan a las necesidades de cada colaboración y transformar temporalmente las funciones de cada lugar. El aspecto virtual de nuestro proyecto nos evita tener que aferrarnos y limitarnos a un espacio físico continuo para poder hacer cosas, nos permite movernos, adaptarnos y cambiar, tratamos de que el espacio virtual se entienda como un espacio de exhibición al que puedes acceder desde otros lugares.